CONCEPTO.¿QUÉ ES Y COMO LO DEFINEN LAS DIFERENTES FUENTES?
La palabra sexismo se formó en el contexto del feminismo de la década de 1960, para referirse a las relaciones sociales establecidas sobre la creencia en la superioridad de uno de los sexos biológicos y la subordinación y discriminación del otro sexo. El sexismo es objeto de estudio e investigación en el campo de la lingüística, la psicología, la sociología y la antropología.
Algunas fuentes definen el sexismo como:
El sexismo implica relaciones de género inequitativas y se refiere a las prácticas institucionales e interpersonales según las cuales los miembros del grupo de género dominante (generalmente los hombres) acumulan privilegios mediante la subordinación de otros grupos de género (por lo común las mujeres) y justifican esas prácticas mediante ideologías de superioridad, diferencias o desviaciones innatas.
El diccionario de filosofía latinoamericana señala que el término sexismo se usa como sinónimo de machismo. Recoge varias definiciones, incluida la que conceptualiza la filósofa Celia Amorós:
“El sexismo es una ideología que influye en el discurso filosófico de dos maneras: a) como condicionante inmediato del modo como la mujer es pensada y categorizada en la sistematización filosófica de las representaciones ideológicas, y b) como condicionante mediato de la mala fe de un discurso que se constituye como la forma por excelencia de relación conscientemente elaborada con la concreta historicidad del hombre y procede a la exclusión sistemática de la mujer de ese discurso. La ideología sexista se manifiesta, por lo tanto, en las formas que emplea el discurso filosófico para escamotear la humanidad plena de las mujeres, convirtiéndolo en un discurso limitado, «resentido de la falsedad que lleva consigo la percepción distorsionada de la misma, precisamente para un discurso que se pretende a sí mismo el discurso de la autoconciencia de la especie». (Amarás, 1982).”
Aunque nosotros nos quedaremos con esta definición, ya que pensamos que es la más acertada: “El sexismo se refiere a todas aquellas prácticas y actitudes que promueven el trato diferenciado de las personas en razón de su sexo biológico, del cual se asumen características y comportamientos que se espera, las mujeres y los hombres, actúen cotidianamente.”
El sexismo se manifiesta como una jerarquía sexual que se establece sobre la base de las diferencias biológicas. En los seres humanos el sexo se determina atendiendo a los caracteres sexuales secundarios, las gónadas o los cromosomas sexuales. Se reconocen cinco categorías: sexo masculino, sexo femenino, estados intersexuales (personas que nacen con caracteres sexuales masculinos y femeninos) y transexuales (personas que se someten a intervenciones quirúrgicas, al tratamiento hormonal o a ambos para modificar su sexo).
TIPOS DE SEXISMO
• SEXISMO CONTRA LAS MUJERES
Es el sexismo más habitual y que más relevancia tiene en los contextos sociales y laborales. Coloquialmente se usa el término sexismo como sinónimo de machismo, aunque en realidad el machismo es un subconjunto del sexismo.
El sexismo contra las mujeres forma parte de la teoría feminista y, por lo tanto, de la acción en defensa de los derechos de las mujeres que promueve el feminismo. Sexismo, machismo y androcentrismo son los factores de riesgo de la violencia contra las mujeres o violencia desde la perspectiva de género.
• SEXISMO BENEVOLENTE
Glick y Fiske consideran que el sexismo es ambivalente y que junto a lo que llaman forma tradicional hostil, hay un tipo de sexismo que denominan benevolente. En el sexismo hostil, las actitudes discriminatorias están basadas en la supuesta inferioridad de las mujeres, la actitud es prejuiciosa y en un tono negativo más explícito En el benevolente la actitud está basada en la idea de que la mujer es el complemento del hombre. En un tono aparentemente positivo. Es un tipo de sexismo contra la mujer.
• SEXISMO CONTRA LAS PERSONAS INTERSEXUALES
La intersexualidad alude a la condición de estar entre los dos sexos. El sexismo contra intersexuales no ha sido identificado hasta fechas recientes. La idea de sexo biológico sexista no tiene en cuenta a las personas intersexuales que nacen con características sexuales ambiguas. Hay también varones XX y mujeres XY que son genéticamente de un sexo pero desarrollaron las características sexuales del otro en la etapa fetal. Las personas intersexuales también son con frecuencia el blanco de crímenes de odio, ya que las nociones tradicionales de masculino y femenino se consideran amenazadas por la existencia de sexos atípicos como los de los síndromes de Turner , triple X , Klinefelter , de la Chapelle y Swyer.
• SEXISMO CONTRA LAS PERSONAS TRANSEXUALES
El sexismo contra transexuales también ha sido identificado en fechas recientes. La transexualidad alude a la identificación con un género distinto al de nacimiento. Las personas transexuales también son con frecuencia el blanco de crímenes de odio, ya que los defensores de la noción tradicional de masculinidad y feminidad la ven a menudo amenazada por la posibilidad de que algunas personas elijan vivir un género diferente al asignado en algún momento (o a lo largo) de su vida.
• SEXISMO CONTRA HOMBRES
Se les denomina así a las acciones tomadas en contra del género masculino.
EL SEXISMO PUEDE INCLUIR DIFERENTES CREENCIAS O ACTITUDES:
• La creencia de que un sexo es superior o inferior al otro.
• La actitud de misoginia (odio a las mujeres) o misandria (odio a los hombres).
• La actitud de imponer una noción de masculinidad (género) a los hombres (sexo) y una noción de feminidad (género) a las mujeres (sexo).
• El menosprecio o la ocultación de las mujeres
• La burla o la descalificación hacia la apariencia o conducta de las mujeres o de los hombres
• Referencias que aluden despectivamente a la sexualidad de hombres o mujeres.
EJEMPLOS DE ESTA IDEOLOGÍA Y CASOS PRÁCTICOS APLICADOS A LA EDUCACIÓN FÍSICA.
El deporte está plagado de casos sexistas donde la mujer es tratada, muchas veces, como mero trozo de carne, como un cuerpo y no como persona. Uno de los ejemplos que tenemos más reciente es el del balonmano playa: la real federación de balonmano exigía a las jugadoras femeninas de balonmano playa usar biquini con tan solo 10 cm en la parte más ancha. "Nos dicen que es una cuestión de marketing, que si vamos en top y braga hacemos más atractivo el deporte. Y yo digo, entonces por qué nadie se plantea que los chicos jueguen con el torso descubierto. Nuestro deporte ya es lo suficientemente atractivo, no es necesario que tengamos que enseñar carne" declaró Bartolomé. Pero este no es el único caso en el que una federación intenta vender el cuerpo de la mujer, pues la federación internacional de baloncesto obligó a las jugadoras a vestir pantalones de 10 centímetros por encima de las rodillas y camisetas con 2 centímetros de anchura entre la piel y la tela.
Otra muestra del sexismo en el deporte es la escasa aparición de mujeres arbitras, pues sólo ha habido tres mujeres a lo largo de la historia en el fútbol del estado español que han logrado ascender a profesionales, pitando en segunda división.
Por lo que se refiere a la importancia que se le da al deporte femenino encontramos una ausencia de protagonismo en los medios de comunicación. El último caso es el de la tetra medallista Mireia Belmonte, que tras batir 2 records del mundo y colgarse un par de medallas más con un total de 3 oros y una plata, el canal que más tiempo le dedica son 2 minutos, mientras que sale 35 minutos de cómo tiene el pelo tal jugador, o por qué está enfadado el otro. También cabe recalcar las grandes dificultades que tienen los equipos femeninos de encontrar un buen patrocinador, o las dificultades externas con las que se encuentran después de dar a luz para poder volver a competir en los diferentes deportes.
Otro dato muy curioso es: ¿Por qué la quiniela no viene con partidos de equipos femeninos? Es triste que incluso cuando se trata del vicio, algo bastante arraigado en la península, no se incluya a las mujeres. Podemos decir lo mismo de la presidencia de los grandes clubes de futbol en los cuales no ha habido nunca una mujer como presidenta, pues en España, en el año 2011 solo 8 mujeres presidian equipos de futbol profesionales de 483 que existen en las 4 categorías estatales profesionales (Primera, Segunda, Segunda B y Tercera). Además, las jugadoras de primera no llegan ni a mil euristas, mientras que el peor pagado en la liga cobra más de 150.000 euros anuales. O que en Francia haya tenido su primera entrenadora de futbol profesional masculino hace escasos meses, aunque dejó el banquillo antes de empezar la pretemporada aduciendo que los hombres del club le hacían el vacío, siendo su única predecesora una italiana que dirigió solamente dos partidos de un equipo masculino de la Serie C1.
En lo que se refiere a ejemplos en las clases de Educación física, el ejemplo más claro que tenemos es el de los niños jugando a la pelota mientras las niñas saltan a la comba. Porque un niño saltando a la comba es un “mariquita”, mientras que una mujer jugando con los demás chicos a futbol es una “marimacho”. Estos casos se dan cuando un profesor deja una clase libre, donde los alumnos elijen que hacer durante la sesión. Generalmente se forman dos o tres grupos realizando diferentes deportes: fútbol y/o básquet, y un grupo de chicas jugando a “juegos de chicas”. Para evitar esto, podemos pedir a los alumnos que elijan un par de juegos, dividimos la clase en dos grupos heterogéneos y les asignamos un juego a cada grupo. Más o menos a la mitad del tiempo que dura la sesión les hacemos cambiar al juego que tenía el otro grupo durante la primera mitad de la sesión.
También es cierto que encontramos una escasa participación de los alumnos con los juegos tradicionalmente impuestos al género contrario, es decir, las niñas no quieren jugar a los juegos masculinos y viceversa. Es posible que también sean los propios compañeros quienes les hacen el vacío a las féminas en los juegos varoniles. En la escuela hemos escuchado frases como “vosotras poneros cerca de la portería nuestra a molestar a los delanteros” o “en el momento que cojáis una pelota pasádsela al chico que tengáis más cerca”. Esto puede evitarse imponiendo una serie de normas, por ejemplo el haber de tocar el móvil todas las mujeres antes de poder conseguir un punto, o que dos de las tres últimas personas en tocar la pelota antes de anotar punto en el marcador sean del sexo femenino.
Muchas veces son los propios educadores los que fomentan el sexismo en las clases de Educación física. Éste tipo de situaciones se ven claras cuando un profesor tiene diferente forma de felicitar o castigar a los alumnos, por ejemplo a la hora de poner castigos de fuerza, como podrían ser las flexiones, se oyen frases de la siguiente índole “los chicos deberán realizar 12 flexiones, las chicas 8” o “como sé que las chicas os cansáis antes, realizareis una vuelta al campo menos”. También las encontramos a la hora de hacer actividades, por ejemplo cuando se explica el saque en voleibol podemos ver casos en los que los profesores exigen a los chicos realizar un saque de mano alta, mientras que a las chicas se les da la posibilidad de hacer el saque de mano baja si lo prefieren “aunque contará más si lo hacen como los chicos”. Además, como la mayoría del profesorado en Educación Física es masculino, gran parte de éstos rehúyen de hacer y explicar actividades “femeninas”. Es cierto que también este cliché está desapareciendo, pero aún encontramos profesores que no explican a los alumnos el aeróbic, ni les hacen de referencia en los bailes de salón, sino que intentan que estos los aprendan con el mínimo aporte desde su parte, con lo que los chicos se ven más torpes y por tanto odian aún más los deportes “para chicas”, creando un círculo vicioso. Esto se puede extrapolar también a la enseñanza de las 4 habilidades básicas: fuerza, flexibilidad, resistencia y velocidad. Es de sobra conocido que los profesores hacen circuitos de fuerza, o pasan el tiempo calculando la resistencia de los alumnos y alumnas mediante diferentes test. Pero lo que nunca se ve o se ve muy poco son las sesiones dedicadas expresamente a la flexibilidad, ni la repercusión en la nota que esta pueda tener. Esto se debe a la tradicional asignación de esta habilidad básica al género femenino, pues va ligado a las diferentes disciplinas de danza y gimnasia que, como ya hemos especificado anteriormente, se tratan de actividades “femeninas”.
Por último, en cuanto al uso del lenguaje, hay connotaciones sexistas como “preparados, listos, ¡ya!” o “atentos a la señal”. Estos detalles, por muy insignificantes que nos resulten, pueden crear una cierta disposición en las mentes femeninas, pues un lenguaje que las excluye del deporte puede ser interpretado como una exclusión natural del deporte femenino.
CONCLUSIONES
En el presente trabajo, podemos sacar como conclusión, que el sexismo, y los estereotipos, son muy utilizados en nuestra sociedad, sobre todo en la publicidad de bebidas alcohólicas, donde hacen pensar a la gente, que por usar ese producto, serán como esos estereotipos, los cuales son muy utilizados para llamar la atención del público.
Como futuros profesionales de la educación física y el deporte, y teniendo la certeza de la existencia del sexismo en la sociedad, en los medios de comunicación, en las escuelas, es imprescindible poner todos los medios para erradicar estos comportamientos. Si se quiere una sociedad justa, sin discriminaciones, sin violencias, es necesario, además de sensibilizar a toda la comunidad, educar a las jóvenes generaciones con valores igualitarios.
Al terminar este trabajo surge también una pregunta inquietante: Sí las actitudes sexistas siguen potenciando la desigualdad entre hombres y mujeres
¿Serán estos comportamientos una de las causas de la violencia contra la mujer?